Tras el precipitado final de la última edición de Operación Triunfo, fueron muchos los que creyeron que el fenómeno de los programas musicales en televisión había muerto para siempre. Pero nada más lejos de la realidad. La música ha vuelto de la mano de La Voz, y lo ha hecho arrasando por todo lo alto.
Y es que el concurso lleva tres semanas convirtiéndose en líder absoluto de audiencias, con cifras de share que llegan a estar por encima del 30%. Algo impensable con la cantidad de canales que hay hoy, que hacen que las cadenas consideren un éxito pasar del 13%.
De hecho, esta semana lo tenía bastante complicado, ya que se estrenaba también la nueva temporada de Gran Hotel, la serie revelación de la temporada pasada. Pero ni siquiera Yon González y Amaia Salamanca consiguieron arrebatar el trono a los aspirantes a cantantes. La serie hizo un buen dato, sí, pero muy lejos de los 5 millones de espectadores que disfrutaron el programa musical.
Pero, probablemente, la clave del éxito de La Voz no esté en los concursantes, sino en los coaches. Bisbal, Malú, Rosario y, sobre todo, Melendi, han conseguido encandilar al público con su naturalidad que consigue aportar frescura incluso a un programa en diferido como este.
Ahora quedará esperar a ver si, una vez terminadas las audiciones a ciegas, el cambio de formato también consigue enganchar a la audiencia. Y si es así, quedará demostrado una vez más que la música sí que tiene un sitio en la televisión. Sólo hace falta encontrarlo.